This is the translation of Latinas Face Ongoing Challenges in the Workforce published in H.O. in March, 2023
Larga espera por la igualdad salarial
Las latinas que buscan igualdad salarial con los hombres blancos tendrán que esperar mucho tiempo. Un informe publicado en octubre de 2021 por el Instituto de Investigación sobre Políticas para la Mujer (IWPR) indicó que las mujeres hispanas no lograrán la paridad salarial con los hombres blancos hasta el año 2206. El informe señaló que, en 2019, las latinas que trabajaban a tiempo completo durante todo el año recibían solo 57 centavos por cada dólar que ganaban los hombres blancos no hispanos. En promedio, ganaban $28,911 menos anualmente que los hombres blancos. Si el progreso continúa al mismo ritmo que desde 1985, las latinas no alcanzarán la igualdad salarial hasta dentro de 185 años.
Para empeorar las cosas, las latinas han experimentado poco avance en la equidad salarial en la última década y, según el Departamento de Trabajo de EE. UU., enfrentan la mayor brecha salarial en comparación con cualquier otro grupo étnico o racial importante.
La educación como estrategia
Existen varias razones detrás de esta desigualdad, y una de ellas es la educación. Según el Departamento de Trabajo de EE. UU., las latinas tienen menos probabilidades que otros grupos de completar estudios más allá de la secundaria. Incluso dentro de cada nivel académico, sus salarios siguen siendo relativamente bajos en comparación con los hombres blancos. Aproximadamente una cuarta parte de las latinas (26.6%) tiene un título universitario, en comparación con la mitad de las mujeres blancas (51.4%) y más de un tercio de los hombres blancos (44.3%).
Antes de que la pandemia azotara los Estados Unidos, la matrícula universitaria de las latinas estaba en aumento. Sin embargo, entre todos los grupos étnicos y raciales, y otras minorías, la pandemia golpeó con más fuerza a los hispanos en general, provocando que la inscripción universitaria entre los hispanos disminuyera en 5.4 puntos porcentuales.
Ariane Hegewisch, investigadora principal del Instituto de Investigación sobre Políticas para la Mujer (IWPR), señala que la educación desempeña un papel crucial en el potencial de ingresos y es una estrategia que las latinas deben seguir utilizando para garantizar su seguridad económica. "Pero aún existe una brecha salarial sustancial incluso si se controla por nivel educativo. Es decir, si solo comparamos los ingresos de latinas con títulos universitarios con los de hombres blancos no hispanos con la misma educación, la diferencia persiste debido a la discriminación", afirma Hegewisch.
Las latinas tienen menos oportunidades de trabajar en las empresas mejor pagadas de E.E.U.U. y ganan menos debido a la infravaloración de los trabajos tradicionalmente desempeñados por mujeres, como la enseñanza. Muchos empleos en el sector de servicios, como el cuidado de la salud, el trabajo doméstico y la limpieza, son esenciales para la economía estadounidense, pero pagan significativamente menos que las ocupaciones dominadas por hombres con niveles de educación similares. Debido a su menor acceso a la educación de calidad que tienen sus pares blancos, las latinas suelen terminar en profesiones con salarios bajos.
Un golpe devastador
Mientras la pandemia afectó profundamente la matrícula universitaria, especialmente para los hispanos, también dio lugar a la llamada "she-cession" (recesión femenina). A medida que la pandemia se propagó por E.E.U.U., muchas latinas recibieron avisos de despido, y aquellas que no fueron despedidas vieron reducidas sus horas de trabajo. Sus bajos ingresos anuales se tradujeron en menos recursos financieros ahorrados para recurrir a ellos cuando se encontraron sin trabajo o ganando menos debido a la reducción de horas.
El Departamento de Trabajo de E.E.U.U. indica que las mujeres hispanas inicialmente experimentaron las mayores pérdidas de empleo en comparación con cualquier otro grupo importante al comienzo de la pandemia. En abril de 2020, casi una cuarta parte menos de mujeres hispanas estaban empleadas en comparación con el período justo antes de la pandemia.
Trabajar en empleos esenciales de cara al público, como en el sector del ocio y la hotelería, el cuidado infantil y la atención de enfermería, aumentó la exposición de las latinas al COVID-19. Los hispanos tenían 1.7 veces más probabilidades de contraer COVID-19 que sus homólogos blancos no hispanos y 4.1 veces más probabilidades de ser hospitalizados. Para empeorar la situación, estos trabajos de atención al público fueron los más propensos a perderse durante la pandemia, según Hegewisch.
Las latinas pueden recuperarse de este golpe devastador, dice Hegewisch, pero deben aspirar a un nivel más alto dentro de la fuerza laboral de E.E.U.U. “El objetivo no es solo volver a donde estaban antes de la pandemia, a esos trabajos de bajos salarios, sino acceder a mejores empleos y con mejores salarios”, afirma Hegewisch. Según ella, hay muchas más oportunidades que en el pasado si las latinas están dispuestas a esforzarse y dejar de trabajar en profesiones de cuidado. “Hoy en día, las mujeres tienen más probabilidades de trabajar en el transporte, la construcción y en centros como Amazon, donde los salarios por hora son sustancialmente más altos que en el cuidado infantil”, señala Hegewisch.
Falta de beneficios
La segregación en empleos mal remunerados y de baja calidad deja a muchas latinas sin los beneficios esenciales que muchos estadounidenses esperan de sus empleadores, como la licencia remunerada, según el informe del IWPR. Durante la pandemia, las latinas fueron mucho más propensas que los miembros de otros grupos a necesitar permisos laborales, ya fueran pagos o no. Independientemente de su situación laboral, las latinas tuvieron que cuidar a familiares enfermos con mucha más frecuencia que sus homólogas blancas durante la pandemia. Casi el 23% de las mujeres hispanas cuidaron de parientes enfermos durante la pandemia, en comparación con solo el 8.3% de la población general. Además, las latinas también tuvieron que hacerse cargo del cuidado de niños que no estaban enfermos durante la pandemia. Casi el 10% de las mujeres hispanas tuvieron que ausentarse del trabajo para cuidar a sus hijos durante el cierre de escuelas y las cuarentenas, en comparación con solo el 5.9% de los padres en general.
La mayoría de los empleos ocupados por latinas no cuentan con el respaldo de sindicatos fuertes. Las latinas que logran obtener empleos sindicalizados ganan más que sus contrapartes no sindicalizadas. En promedio, las latinas que trabajan bajo un contrato sindical ganan $263 (38.5%) más por semana que las latinas no sindicalizadas. Los empleos sindicalizados también ofrecen otros beneficios, como prestaciones laborales más sólidas patrocinadas por los empleadores. Desafortunadamente, solo el 10.7% de las trabajadoras latinas están representadas por un sindicato, en comparación con el 11.7% de las mujeres blancas, el 13.3% de las mujeres negras, el 14.6% de los hombres negros y el 12.2% de los hombres blancos, según la Oficina de Estadísticas Laborales de E.E.U.U.
En cargos de dirección
La discriminación en la contratación y promoción es un factor importante que contribuye a la desigualdad salarial. Por lo tanto, las latinas que experimentan la mayor brecha salarial son aquellas que aspiran a llegar a los niveles más altos del mundo corporativo. Según el informe de IWPR del 2021, Climbing the Leadership Ladder (Subiendo la escalera del liderazgo), las mujeres negras y latinas son las más subrepresentadas en puestos de liderazgo que cualquier otro segmento de la población estadounidense. Las latinas representan el 7.7% de la fuerza laboral, pero solo ocupan el 4.4% de los puestos gerenciales y apenas el 1.7% de los cargos ejecutivos.
Las mujeres negras ocupan solo el 4% de todos los puestos gerenciales y el 1.4% de los cargos ejecutivos. En comparación, los hombres blancos ocupan más del 60% de los altos puestos ejecutivos en E.E.U.U., a pesar de representar solo un tercio de la fuerza laboral.